sábado, 14 de agosto de 2010

El Alma del Vino - Baudelaire


EL ALMA DEL VINO

Una noche, el alma del vino cantaba en las botellas:
“¡Hombre, yo impulso hacia ti, querido desheredado,
Tras mi prisión de vidrio y ceras bermejas,
Un canto pleno de luz y amistad de hermano!

Bien sé cuánto necesita el collado en llama,
De pena, transpiración y sol abrasador,
Para engendrar mi vida y darme el alma,
Pero no por ello seré ingrato o malvado,

Pues siento un gozo inmenso cuando me vuelco
En el garguero de un hombre desgastado por su trabajo,
Y será dulce sepultura su cálido pecho
Donde, mucho más que en las frías cavas, me plazco.

¿Oyes repicar los estribillos dominicales
Y la esperanza que gorjea en mi pecho palpitante?
Los codos sobre la mesa y recogiendo tus mangas,
Me glorificarás y estarás exultante;

Encenderé los ojos de tu mujer encantada;
A tu hijo brindaré su fuerza y colores
Y será para su vida, como al frágil atleta que untara
El óleo que fortalece los músculos de los luchadores.

¡Y en ti caeré, vegetal ambrosía,
Grano precioso puesto por el eterno Sembrador,
Para que de nuestro amor nazca la poesía
Que surgirá hacia Dios como una rara flor!”


Charles Baudelaire

Traducción: Enrique dos Santos.


01.05.08

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