Puedo compararte, por tu atractivo, belleza y lujo
¡A toda una escuela de samba, del carnaval de Río!
Ya que un día nos iluminaste, con tu vigor y brío,
Y desde entonces, ¡soy un cautivo de tu embrujo!
La comisión de frente, maestro de ceremonias
De tu persona, es un maravilloso cuerpo refulgente
Con curvas, pausas y dulces ensueños envolventes,
Ataviado con gracia, color y brillo de marimoñas.
Te desplazas y aparecen esas fabulosas alegorías;
La música, el canto, la danza, la sensual alegría,
¡Son solo partes de la vibrante armonía de tu ser!
Al evolucionar, el samba nos revela tu argumento
Y el son del cavaquiño y la batería, el sacramento
¡Que reside en el alma de una bella y pura Mujer!
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